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TDAH Y SU APROXIMACIÓN NEUROPSICOLÓGICA.
Como ya he explicado en anteriores entradas, es de mi interés la parte de la Psicología que se dedica al estudio del cerebro -Neuropsicología-. Dado este interés, he considerado apropiado publicar en mi blog una entrada que pudiera relacionar el tema que se está abordando en estos momentos con la Neuropsicología. A continuación, se va a exponer una de las funciones cerebrales tan importantes y que si existiera su lesión, podría causar numerosos trastornos, entre ellos el TDAH. Concretamente, esta función es la denominada función ejecutiva. La función ejecutiva es un conjunto de habilidades cognoscitivas cuyos objetivos son varios: - Permiten la anticipación y el establecimiento de metas.
- Permiten el diseño de planes y programas.
- El inicio de las actividades y de las operaciones mentales, la autorregulación y la monitorización de las tarea.
- La selección precisa de los comportamientos y las conductas, la flexibilidad en el trabajo cognoscitivo y su organización en el tiempo y en el espacio.
Por tratarse de una función tan compleja, el trabajo de cada una de sus operaciones dependerá de factores múltiples, tales como la naturaleza de la tarea cognoscitiva, el entrenamiento académico, la ocupación, las destrezas automatizadas, las demandas de otras tareas simultáneas o secuenciales y la guía cognoscitiva principal de la tarea (Fletcher, 1996; Pineda, 1996). En otras palabras, la función ejecutiva sería una serie de factores organizadores y ordenadores subyacentes a todas las demás actividades cognoscitivas. En relación a su localización cerebral, se ha podido observar que la función ejecutiva es una actividad propia de los lóbulos frontales, más específicamente de sus regiones más anteriores, las áreas prefrontales, y sus conexiones recíprocas con otras zonas del córtex cerebral y otras estructuras subcorticales, tales como los núcleos de la base, el núcleo amigadalino, el diencéfalo y el cerebelo. En cuanto al desarrollo de esta función, se ha demostrado que se produce entorno a los 6-8 años de edad. Durante este periodo de tiempo, los niños son capaces de: - Autorregular sus comportamientos y conductas.
- Pueden fijarse metas y anticiparse a los eventos, sin depender de las instrucciones externas, aunque cierto grado de descontrol e impulsividad aún está presente.
perseverancia, la falta de autorregulación comportamental, la dependencia.Hay un gran número de enfermedades y desórdenes neurológicos y neuropsiquíatricos del desarrollo en los que se ha encontrado una alteración en alguno o varios componentes de la función ejecutiva. Estos trastornos tienen como síntomas y signos comunes a aquellos observados en pacientes con lesiones de los lóbulos frontales, como son la impulsividad, la inatención, la ambiental y la deficiencia metacognoscitiva. Hasta aquí se podría considerar una breve introducción a la relación entre TDAH y la neuropsicología, aunque más concretamente, la función ejecutiva.
Espero que os haya servido de ayuda y de gran interés.
Gracias, CARLOTA.
Hola Carlota,
ResponderEliminaraunque no comparto tu pasión por la neuropsicología, me parece muy interesante que des este punto de vista, ya que es algo que no hemos visto en clase.
Aún así, creo que no hay que dejar de lado la influencia de las variables ambientales en este y en todos los trastornos en general.
Nos vemos!
aurora